Confesión de fe

LA BIBLIA es la revelación divina única y completa inspirada por el Espíritu Santo.

DIOS es eternamente uno y también eternamente el Padre, el Hijo y el Espíritu, los tres son distintos, pero no separados.

CRISTO es tanto el Dios completo como el hombre perfecto. Él, sin abandonar Su divinidad, fue concebido en el vientre de un ser humano, una virgen, y llevó una vida humana genuina en la tierra y sufrió en la cruz una muerte sustitutiva y toda-inclusiva. Después de tres días resucitó con un cuerpo y ascendió a los cielos. Ahora Él está en la gloria, es plenamente Dios, pero también completamente hombre. Él regresará a reinar sobre la tierra en el milenio y en la eternidad.

EL ESPÍRITU, el tercero de la Trinidad, es igualmente Dios. El Hijo expresa todo lo que el Padre tiene y es, y el Espíritu hace real a nosotros todo lo que el Hijo tiene y es.

EL HOMBRE es incapaz de cumplir con los requisitos de la justicia, santidad y gloria de Dios y por lo tanto, necesita la salvación de Dios. Por causa de la muerte de Cristo en la cruz, la cual cumplió con todos los requisitos de Dios, Dios perdona, reconcilia y justifica a todos aquellos que creen en Jesucristo y en Su obra.

LOS CREYENTES con base en la obra redentora de Cristo, son regenerados por Dios con Su Espíritu a fin de que sean sus hijos poseyendo tanto Su vida como Su naturaleza. Ellos disfrutan de una salvación diaria en el Cuerpo de Cristo en esta era y de una salvación eterna en la era venidera y en la eternidad.

LA NUEVA JERUSALÉN, la cual es la consumación de la obra salvadora de Dios, será la morada mutua de Dios y sus elegidos y redimidos por la eternidad.